sábado, marzo 31, 2012

Cómo salir de la crisis

No hay fórmulas mágicas. No hay soluciones inmediatas. Pero se tiene que salir de esta crisis. Pero no de la manera en que se ha hecho hasta ahora. Anteriores crisis no tenían las particularidades de ésta: crisis financiera global, que luego se ha traducido en rescates millonarios a la banca. La misma banca que no da ahora crédito a nadie para poder montar un negocio y salir a flote.

Montar un negocio: ¿para qué? Si ya nadie va a ir a comprar. La gente no tiene dinero, pero lo necesita cada vez más. Familias enteras con todos sus miembros en paro, que no ven la luz al final del túnel. Pero la mayoría son familias con gente de poca cualificación profesional, que trabajan en el sector servicios, que no aportan mucho valor añadido, que no hablan idiomas, que no tienen un trabajo que realmente se necesite. Camareros, los hay a patadas. Ahora: ingenieros especializados en el sector marítimo, ya muchos menos.

No vale con echarse las manos a la cabeza: haber estudiado algo que la sociedad realmente necesita. Una cosa es lo que le resulta a uno más fácil estudiar y hacer (o no estudiar directamente) y otra cosa es asegurarse un porvenir, un futuro. Los que tienen casa, familia y se pueden permitir un coche e irse de vacaciones son aquellos que cuentan con una especialización en una materia que se demanda. ¿Has estudiado Empresariales y de esos, los hay a patadas? Pues reconviértete. Busca otra cosa que realmente se necesite. Pero no te quedes parado. Eso es lo peor que se puede hacer.

martes, marzo 20, 2012

Con la crisis: ¿emigrar o quedarse en España?

Con la actual crisis económica que azota España, aunque también media Europa, el recorte de las prestaciones sociales a aquellos que están en el paro y que no cuentan con un salario que llevar a casa a fin de mes, puede acabar de darles la estocada final y convencerles de que existe futuro en otros países antes que en España. Mucha gente se hace esta pregunta: ¿qué hago? ¿me voy fuera de España o me quedo aquí? ¿me lanzo a la aventura de buscarme un nuevo trabajo en el extranjero o intento encontrar algo en España?


Y es que no se trata de irse de España de cualquiera de las maneras, aunque ante la desesperación de los millones de parados que ven que se les acaba el dinero sin poder salir adelante, es mejor la acción que quedarse parado.

Buscar salidas laborales en el actual panorama de falta de trabajo en España es complicado, aunque no imposible. No obstante, si no queda más remedio y antes que quedarse a vivir en casa de los padres (aquellos que se lo puedan permitir, por supuesto), mucho mejor es plantearse irse al extranjero a buscar trabajo.

Ir al extranjero a buscar trabajo: requisitos

Antes que nada, hay que enfatizar (y nunca se hará lo suficiente) en que para poder triunfar fuera y encontrar un trabajo decente, lo primero que hay que hacer es dominar bien el idioma del país al que se va. Con solo chapurrearlo no vale, ya que en España incluso tenemos la mala costumbre de llamar "chapurrear" al hecho de solo saber decir "hola" y "adiós" en el idioma extranjero. Las entrevistas de trabajo en el país extranjero al que se va se harán en el idioma local. Los impresos a rellenar para empadronarse y para cualquier gestión administrativa, también irán en el idioma local. No, no en todos los países se habla inglés de manera fluida y frecuente, y mucho menos en las oficinas de la Administración, pobladas de empleados con una formación básica y muchas veces con cero idea de idiomas extranjeros. Hay que hacerse a la idea de que el inglés solo lo hablan bien los ingleses, y eso que ni siquiera todos los españoles que afirman saber hablarlo, son capaces de decir mucho más que un par de frases básicas y mal pronunciadas.

Segundo: hay que tratar de no irse de manera alocada y medio suicida a un país cuyas costumbres se desconocen. España es un país muy particular, donde se vive muy bien, la gente tiende a ayudarse entre si y el carácter es más abierto. No así en todos los países del mundo. Sin ir más lejos, los alemanes o franceses no son muy dados a ayudar a aquellos que no dominan su idioma, que no tienen una cualificación importante o que pretenden hacerse entender en inglés en lugar de los idiomas locales. Es mejor saber que el estatus de inmigrante en el país extranjero es una losa muchas veces pesada de llevar, que marca para siempre la experiencia de vivir fuera. Tal como está la situación económica y laboral en muchos países de Europa, no es probable que se acoja al español emigrante con los brazos abiertos, y que se le den facilidades. Así que hay que ir mentalmente preparado, no solamente para afrontar el choque cultural, sino también a asumir una condición de emigrante que automáticamente sitúa a la persona en una segunda categoría, sea cual sea su cualificación. El racismo y la xenofobia son cada vez más fuertes en Europa, y en muchos lugares se está dando un retroceso grande en los derechos y las condiciones de vida de los emigrantes. Tenerlo en cuenta es básico a la hora de pretender vivir medianamente feliz en el país extranjero.

Tercero: hay que ir con unos ahorros importantes, hasta encontrar trabajo. Ir con 1000 euros no basta, y muchas veces ni siquiera 3000 son suficientes. La pregunta obvia es: si estoy en España en paro y sin ingresos, cómo voy a poder permitirme ahorrar 3000 euros para poder irme fuera a buscar algo. Y en muchos casos no se encuentra. Ahí está la cuestión, y se trata de una de las barreras a la emigración más fuertes que hay. No es fácil emigrar y cuando se trata de poder hacerlo en unas condiciones mínimamente aceptables, aun menos.

Y, por último: hay que tener el desarraigo emocional. Eso que nos hace echar de menos la casa, los padres, los amigos, las costumbres... puede ser un problema muy importante, especialmente en el caso de la gente de más edad. Irse con 25 años, es fácil. Irse con 40 ya no tanto. Tenerlo en cuenta, porque la morriña de la tierra, lejos de ser una leyenda, es un elemento de decisión que a más de uno y a más de dos les ha hecho volverse, incluso cuando las condiciones fuera son mejores.

miércoles, marzo 14, 2012

Dónde ver la Fórmula 1 en 2012 online en Antena 3

Ahora que los derechos de emisión del Campeonato Mundial de F1 han sido adquiridos por Antena 3, ya no tendremos que conectarnos a la web de La Sexta para poder sintonizar los entrenamientos (o Free Practice), la sesión de calificación del sábado (o Qualifying) o la carrera el domingo para ver la F1 en directo gratis en Internet desde España.



La temporada de F1 en 2012 arranca este domingo, 18 de Marzo, con la carrera de Australia. El circuito de Merlbourne, tan querido por los pilotos, albergará desde hoy Jueves los motorhomes e instalaciones de los equipos y periodistas especializados desplazados para contar en vivo y en directo el arranque del denominado "mayor show del mundo". Ferrari con Fernando Alonso, Red Bull con Sebastian Vettel, Mercedes con Michael Schumacher, Lotus Renault con Kimi Raikkonen y McLaren con Jenson Button y Lewis Hamilton, esperan poder arrancar bien todos una temporada apasionante para los fans de la Formula Uno. ¿Quién será el campeón al finalizar el año? El tiempo lo dirá. El tiempo, y quizás también, el mago de la Fórmula 1, el diseñador de coches de competición más reconocido en el mundo, el británico Adrian Newey.

Para no perderse las carreras, los entrenamientos o la calificación, se puede ver online en la web de Antena 3 a partir de este viernes de madrugada, todo lo relacionado con la Formula 1. Al igual que lo hiciera La Sexta en el pasado, ahora que esta cadena ya no emite la F1 este año, Antena 3 ha decidido poner a disposición en España y para todos aquellos que se conecten en Internet y dispongan de una IP española, una retransmisión en streaming (en vivo y en directo), con los comentarios del inefable periodista especializado en la F1, Antonio Lobato. También estará acompañado por su equipo de siempre, y que se ha trasladado desde La Sexta. La chica de la Formula Uno en España, la periodista Nira Juanco, también llamada "la chica del pitlane". Le acompañana además en su equipo de producción para televisión Julio Morales (subdirector), Manuel Casais (realizador), Miguel Ángel Cobos (director de producción) y Óscar del Castillo (redactor jefe).

Lo dicho: a partir de este fin de semana online en la web de Antena 3 TV podemos ver gratis la F1 en directo desde España.

Dentro de poco: ¿coches gratis?


Con la crisis galopante actual, no sería de extrañar que dentro de poco los fabricantes se vieran forzados a hacer cosas todavía más desesperadas que las que ya hacen, a saber: ofrecer coches por casi el precio de coste.

Resulta que algunas marcas, en su estrategia interna que por supuesto no desvelan, están diciendo ya a sus directivos que mejor que tener un coche en una campa que no se vende ni a la de tres, que se lo quiten de encima cuanto antes. Al precio que sea, dentro de unos márgenes lógicos, obviamente. Y es que lo que muy poca gente conoce es que a un fabricante le cuesta dinero y trabajo mantener un coche parado en una campa, puesto que los concesionarios (que son empresas privadas y no pertenecen a las marcas de coches) compran estos coches al fabricante pero a un plazo determinado, por lo que existen unos costes de inmovilización financieros, que hacen que cuanto más tarde un coche en venderse, peor sea para el fabricante.


Sabiendo esto, mejora sustancialmente nuestro poder de negociación como consumidores a la hora de adquirir un automóvil, porque basta con acudir al chantaje emocional para lograr ahorrarse no unos cuantos euros, sino incluso unos cuantos miles de euros. C'est la vie. Así que el que no lo sabía, ahora ya lo sabe. Y quién sabe: quizás dentro de muy poco tiempo veamos ofertas de coches gratis, con tal de el fabricante quitárselos de encima. Aunque seguramente el coche en cuestión no se parecerá al de la foto.

La desesperación aumenta: ahora los coches gratis


La crisis en el sector del automóvil está haciendo estragos de una manera como no se puede imaginar... Los coches se van amontonando uno tras otro en interminables filas de campas de almacenamiento, mientras que sus relucientes pinturas metalizadas van perdiendo el brillo que otrora tuvieron... ¿Cuándo se acabará? Ni Dios (alias Carlos Ghosn) lo sabe.

A grandes males, peores remedios, a los de Renault se le ha ocurrido dárselas de modernos y han instituido la subasta inversa en coches de segunda mano. Tú pones el precio (tipo e-bay) y ellos deciden si te lo dan o no. Auténticas gangas a 20.000 eurazos la unidad. Al final, incluso puedes tener la emoción del juego, de ganar algo, porque entrarás en competencia (o no, depende de cómo se las dé la crisis) con otros postulantes. No tienes dinero para otras cosas, pero con este sistema puedes redescubrir la emoción de vivir en tiempos de crisis. Y Renault te la acerca a tu casa, para que no tengas ni que moverte del sillón. Pero si no te alcanzaba ya el dinero para llegara fin de mes, ahora jugando a la Bolsa con los coches puedes  realmente poner en serio peligro tu supervivencia diaria y la de tu familia.

Piénsatelo dos veces: porque los coches de marca Renault son tan apetecibles por buenos, que en menos de 3 años ya tendrán 5 averías y te dirán que te cambies de sistema de ABS o algo peor... Además, el servicio de (des)atención al cliente, a fuerza de deslocalizarlo cada vez más lejos y a costes más baratos empezará a tratarte con la misma "amabilidad" que los de Vodafone, Movistar, Orange & Co. ¿Te habías dado de baja  de Internet con tal de no sufrir los abusos de este trío? No sufras, porque ahora puedes recuperar esa maravillosa sensación de que te tomen el pelo con los call-centers de las firmas de automóviles.

Así que ya ves, amigo: ahora las marcas de automóviles están de liquidación, de saldo, de subasta, de mercadillo. Lleva tus ahorros mal ganados a uno de estos timadores y seguro que sales a bordo de un flamante Citroën de segunda mano que te durará lo mismo que la fanfarronería por haber cambiado de coche.

jueves, marzo 08, 2012

La envidia y el pisotón en la cabeza


Mejor agachar la cabeza y no decir nada, que luego no se sabe lo que pasa... Tú tranquilita/o en tu rincón, que es como mejor te va a ir... Tú no estás hecho para esas cosas... La carrera profesional no está hecha para pasárselo bien, sino ¡para trabajar! ... Hay que sufrir para vivir... Si no haces lo que yo quiero, dejaré de amarte... No protestes, porque a la gente no le gustan las personas que protestan...

Manipulación al cubo. Frases pronunciadas en la vida diaria por madres castrantes, padres cobardes, profesores mezquinos, compañeros de trabajo envidiosos, novios acomplejados, novias mandonas... Gente que reúne en una sola persona dos defectos gravísimos y extremadamente dañinos para cualquiera que tenga que estar a su lado: la cobardía y le envidia. A veces incluso, acompañados de un tercero, también muy dañino: el odio.


Los ejemplos son demasiado abundantes. Madres envidiosas de sus hijas, a las que condenan a una vida de submisión porque no tienen el valor de enfrentarse y aceptar el valor de aquello que han parido. Igual resulta que es mejor que yo... Padres queriendo sentar ejemplo "como cabeza de familia" pero únicamente para poder satisfacer su maltrecho ego o su falta de sana autoestima; padres que usan la  restricción como arma para coartar el desarrollo de sus hijos y el que puedan echar a volar. Quizás lo hagan demasiado alto... Hermanos roídos por una envidia malsana, sea por la edad, sea por las cualidades, que se niegan el placer de formar una familia con aquellos que son sangre de su sangre. ¿Y si es mejor que yo? Jefes temerosos de que sus "súbditos" sean más brillantes que ellos mismos, y a los que ponen trabas cuanto mejor lo hacen. ¿Y si me quita el puesto?

Gente, en definitiva, que mezcla en un asombroso cóctel la mezquindad, el egoísmo, el complejo de inferioridad y la envidia. Gente que practica la supervivencia mediante la humillación y le pisotón en la cabeza de los demás.

Pero ¿no es acaso de cobardía de lo que estamos hablando


Una cobardía bien escondida, por lo demás, entre innumerables cualidades superficiales, tales como una sonrisa permanente, el peloteo más o menos disimulado, la aceptación de todas las reglas, la obediencia a los líderes de las corriente de opinión mayoritarias. Pero es cobardía. La de no saber enfrentarse a sus propios demonios, de no hacerles frente, de no reconocer lo mediocre que es uno, de no querer mejorar, en definitiva. La cobardía de querer disimularse entre una mayoría y de castigar al que destaca. Por desgracia, practicada en muchas familias desde el nacimiento. Generaciones enteras que viven en penosas condiciones emocionales, en medio de las cuales su propia brillantez no solamente no es descubierta y potenciada, sino más aún: pisoteada y destruida. Personas que, de mayores, harán lo único que aprendieron: envidiar, coartar, destruir. Y no mejorar. Pero eso sí, sonreír e integrarse en la masa. Y se llamarán a si mismos triunfadores.

Cuando uno aprende cobardía, creerá toda su vida que no hace falta mejorar como persona, solamente acaparar más cosas y transformarse en alguien al que los demás obedecen. Aunque sea mediante manipulación o a la fuerza.

Y el pisotón se lo llevan aquellos que todavía están al principio de su camino de descubrirse a si mismos, aquellos que luchan por preservar su diamantito, escondido dentro. Si el pisotón es lo suficientemente fuerte, conseguirá anular ese brote de genialidad. Si no lo es, lo dejará malherido. Pero nadie asegura, ni que el del pisotón no levantará cabeza, ni que no pisoteará a su vez a otros.

Líderes no son los que dan órdenes: líderes son aquellos que desarrollan a sus colaboradores. Padres y madres son aquellos que desarrollan a sus hijos. Amigos son aquellos que apoyan aquello que le hará a uno llegar más lejos y más alto.

¿Remedio para la cobardía? Auto-crítica. Dejar de mirarse el ombligo para pasar a mirarse la cara en el espejo y saber reconocer los errores propios. Y cuando se haya hecho eso, se podrá uno ponerse en la vía de la sana auto-mejora, no tanto para impresionar al prójimo, sino para impresionarse a si mismo. Y así quizás haya menos pisotones en la cabeza.